Se trata de un sistema relativamente novedoso de comunicación
a través de Internet. Miles de personas en el mundo
utilizan este tipo de telefonía, también conocida como
voz IP para hablar con sus familiares y amigos.
El Skype es el programa más utilizado, pero existen
otras muchas páginas en Internet, como yophone.net o
peoplecall.com desde las que se puede hablar "bajándose"
el programa que lo permite, el cual digitaliza la voz
y la transmite como un dato más, de la misma manera
que, por ejemplo, un correo electrónico.
Con la explosión del mercado del ADSL en España, se
ha comenzado a utilizar en muchos hogares. De momento,
sólo el 0,1% del mercado español con conexiones de alta
velocidad a Internet ya sea con cable o por ADSL utiliza
esta tecnología, pero crece a un ritmo del 200% anual.
En los países más avanzados la telefonía IP lleva
implantada ya algunos años y es utilizada por muchas
más personas que en España. En Japón, por ejemplo, el
10% de los hogares la utilizan.
Ventajas
La telefonía por Internet constituye una forma
de reducir considerablemente la cantidad de dinero que
gastamos en telecomunicaciones. Diferentes estudios
han determinado que en la actualidad las familias españolas
gastan una media de 31 euros al mes en teléfono fijo,
33,9 euros en teléfono móvil y 22,6 en la conexión a
Internet.
Entre personas que utilicen la misma compañía las
llamadas son completamente gratuitas. El
resto varían en función del lugar al que se llame y
del tiempo que dure la conversación, pero en todos los
casos supone un importante ahorro para los usuarios.
No es imprescindible que la conexión a Internet sea
permanente y de alta velocidad, pero sí importante para
evitar tener que estar conectándose continuamente y
que el coste de la conversación no se vea incrementado
porque la conexión a Internet se paga por minutos.
Cualquier aparato enchufado a la red es un teléfono
potencial. Se puede hablar desde un ordenador fijo
o portátil, una consola, una agenda electrónica, etc...
únicamente hace falta el referido aparato, una conexión
a Internet y un micrófono o unos auriculares.
Los operadores tradicionales tienen motivos para empezar
a preocuparse, ya que el ritmo de crecimiento de la
utilización de este sistema de comunicación es muy elevado.
Las empresas que comercializan con la voz IP tienen
previsto invertir importantes cantidades de dinero en
promocionar el servicio e informar a los potenciales
usuarios de las múltiples ventajas que conlleva su utilización.
Para retener a sus clientes, las referidas compañías
tradicionales tendrán que hacer un esfuerzo importante
y reducir considerablemente sus precios. Aún así, perderán
a muchos de sus todavía clientes que tengan acceso a
las nuevas tecnologías y opten por hablar con sus familiares
y amigos a 0 euros minuto durante todo el año y para
toda la vida. ¿Significa esto que a medio plazo dejaremos
de utilizar el teléfono? No es posible saberlo con certeza.
Riesgos
El más importante es el de la seguridad.
Esta forma de telefonía está "atada" a la red de datos
ordinaria y es más vulnerable a los ataques que el sistema
convencional. La voz digitalizada viaja en paquetes,
al igual que otros datos, pero el propio sistema añade
una serie de complicaciones a la tecnología existente
que se magnifican por cuestiones de seguridad. Por ejemplo,
los llamados "firewall" (sistemas de detección de intrusos
utilizados para proteger las redes de datos) pueden
interferir con las llamadas de voz al demorar la información
mientras ésta viaja a través de la red, lo que provoca
interrupciones o cortes en las llamadas. Tampoco sirven
para defenderse de los hackers internos.
Salvo que las llamadas estén encriptadas, cualquiera
con acceso físico al área de red local de una organización
puede escuchar las llamadas. Aunque esto es en teoría
posible con las redes telefónicas tradicionales, el
acceso al conmutador es más fácil de controlar.
Las compañías que ofrecen el servicio de la telefonía
IP, tienen que ser conscientes del problema y tratar
de reforzar la seguridad de sus sistemas para garantizarla
a sus usuarios.
Tanto la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad
de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE)
como la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre,
de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD),
son aplicables a esta materia y constituyen el instrumento
más importante de protección tanto a sus usuarios como
a las empresas que lo prestan.
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