Comercio electrónico: Buenos augurios en el camino hacia su madurez
[15-01-01]
Las perspectivas señalan que este mercado moverá sólo en España alrededor de 300 mil millones de pesetas al año en el 2002.
redacción - Las cifras hablan de un crecimiento espectacular de estas operaciones. Las perspectivas señalan que este mercado moverá sólo en España alrededor de 300 mil millones de pesetas al año en el 2002. Sin embargo, las cuestiones irresueltas en materia legal, impositiva y de infraestructura impidieron ganar mayor terreno en este mercado. El tema, en todas sus aristas, será motivo de debate en el Sexto Congreso Nacional de Usuarios de Internet, que se realizará del 7 al 10 de febrero, en el Palacio de Congresos de Madrid.
Los resultados alcanzados en los dos últimos años por el comercio electrónico alimentan aceleradamente el optimismo. España tuvo un crecimiento cercano al 250% durante el 2000 y la proyección hace suponer que en el 2001 los ingresos por este medio llegarán a los 74.692 millones de pesetas.
Sin duda, las cifras pueden impresionar, aunque es honesto decir que el monto resulta completamente irrelevante si consideramos el terreno aún inexplorado o si comparamos su desarrollo respecto de otros países. Por ejemplo: El 23.6% de los suecos compró alguna vez mediante la red, mientras que entre los españoles eso sucedió sólo con el 1.8%. O este otro dato para corroborar la situación: Irlanda prácticamente duplica a nuestro país en operaciones de comercio electrónico, aún cuando no es un país más rico y cuando su población no llega a los cuatro millones de habitantes. Se trata, entonces, de un negocio con un futuro promisorio, pero en el que España debe apretar el acelerador para ubicarse en un lugar más a tono con el resto de las naciones europeas.
No obstante, y más allá de un panorama en particular, en esta materia las reglas aún no definidas constituyen el elemento común del sistema. En efecto, los puntos de discusión fueron fijados en seis por la Secretaría de Comercio de Estados Unidos: 1) Reglas de confidencialidad 2) Protección del consumidor 3) Modo de aplicación del derecho comercial al comercio electrónico 4) La brecha digital entre aquellos que tienen acceso a Internet y quienes no lo tienen 5) La infraestructura 6) Normas técnicas necesarias para el comercio electrónico.
De todos ellos, los tres primeros forman parte del abecé para el desarrollo de las transacciones. La confidencialidad puede ser definida como la número uno debido a que el usuario quiere estar seguro del modo en que se usará su información personal. En ese sentido, se hicieron avances importantes. En España la actividad de la Agencia de Protección de Datos establece las pautas de comportamiento respecto de la información las empresas poseen de sus clientes; los mecanismos de aplicación, control y seguimiento de esas normas permiten un marco eficaz de protección para el usuario.
Por su lado, la protección del consumidor involucra muchos elementos. Garantías al consumidor: ¿Cómo logro que me devuelvan mi dinero si mi pedido llega equivocado o dañado? Responsabilidad: ¿Quién es responsable cuando algo sale mal? ¿A quién recurre el consumidor? Seguridad: ¿El número de mi tarjeta de crédito y otros datos personales están protegidos cuando hago un pedido por Internet? Autenticación: ¿Cómo hacer que la firma electrónica de una persona tenga el mismo efecto legal que su firma escrita?
El tercer punto es la aplicación del derecho comercial. Partiendo de que a través de la red es posible comprar productos de cualquier lugar del mundo, la pregunta resulta lógica: ¿Qué legislación comercial se aplicará? ¿Será la del país del consumidor o la del país del vendedor?
En España, los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Justicia elaboraron un anteproyecto de ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico, complemento de otras leyes que regulan las ventas en Internet. Los puntos más destacados establecen: Los productos deben describirse con suficiente detalle (precio, IVA, gastos de transporte y forma de pago), el comprador tiene el derecho a devolver el producto adquirido hasta los siete días después de recibido, no hay posibilidad de renunciar a los derechos como consumidor que otorga la ley y el plazo mínimo de garantías está fijado en seis meses.
No obstante las dificultades y el proceso de desarrollo en el que se encuentra, el comercio electrónico sigue en aumento y mostrándonos una perspectiva interesante. Aunque los pronósticos hablan de un curso más lento para este año, el crecimiento en las ventas globales alcanzarán el 57 %, de acuerdo con análisis hechos por eMarketer. Según ese mismo trabajo, se logrará un ritmo sostenido recién en la segunda mitad del 2001, cuando queden atrás los actuales problemas operacionales.
Algunos consejos
-No dar información confidencial, especialmente los datos bancarios, en lugares que no estén protegidos por , al menos, el protocolo SSL (Secure Sockets Layer) . -No brindar más datos que los necesarios. -No usar el correo electrónico para facilitar datos sensibles -Revisar los certificados de los sitios seguros a los que nos conectemos -Exigir toda la información necesaria sobre el producto que vamos a comprar. -Informarnos sobre la política de privacidad de la empresa para ver qué hacen con nuestros datos y exigir que no los cedan a terceros. -Evitar pagar por adelantado. Mejor hacerlo con tarjeta de crédito o contra reembolso. -Utilizar preferentemente los comercios que estén sometidos a la jurisdicción de nuestro propio país. -Exigir la factura de compra. -Reclamar ante los servicios de consumo si nos sentimos engañados..
Fuente: Noticias Intercom (noticias.com)
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