LA INDUSTRIA DEL CINE TEME EL PIRATEO MASIVO DE LAS PELÍCULAS DE INTERNET.
[07-04-01]
Todo Comenzó cuando Shawn Fanning, un joven de 19 años pusiera en marcha un mecanismo para compartir, a través de la red, música gratis. Se trata de Naspter, y su sistema consiste en ofrecer la oportunidad de intercambiar archivos musicales, en formato MP3, sin tener que almacenarlos, actuando de esta manera como vehículo para la difusión de los mismos.
Naspter ha supuesto una revolución en el mundo discográfico y no precisamente por contar con el apoyo de la industria de este sector, sino por todo lo contrario.
Esta misma revolución se prevé que tenga lugar en el mundo cinematográfico. La industria del cine está viendo como el pirateo que atacaba a las discográficas y a los músicos se va a desarrollar en la industria del cine.
Esta vez han sido dos chicos, Keith Winstein y Marc Horowitz, los que han logrado descifrar el código que protege las películas en DVD con un programa, que sólo ocupa siete líneas. Este software descifra la protección de un disco DVD rápidamente de manera que es posible ver la película en el acto, aunque con cortes.
Es por ello que existe una gran preocupación. Discográficas, editoriales, productoras audiovisuales y desarrolladores de software están perdiendo miles de millones de pesetas cada año debido a la violación de la propiedad intelectual y los derechos de autor por parte de los usuarios y de las empresas. Los nuevos soportes plantean un conflicto entre creadores y usuarios, la digitalización amplía el ámbito de distribución que, a través de Internet, es universal.
Dos son, principalmente, las causas que dificultan la protección de la propiedad intelectual: 1. En primer lugar, el marco normativo .Han cambiado los hábitos de consumo y la legislación ha de adaptarse a ellos. Hacen falta nuevos procedimientos para regular el consumo actual, porque la economía de mercado va siempre por delante del derecho positivo. Los representantes de las principales empresas e instituciones ligadas a la explotación y control de la propiedad intelectual, como la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) o la Asociación de Empresas Españolas de las Tecnologías de la Información (SEDISI) afirman que la legislación española es desconocida en su contenido y mal aplicada. Esto dificulta aún mas la protección de la propiedad intelectual. 2. En segundo lugar, existe una falta de concienciación social sobre la piratería. Socialmente no está mal visto copiar programas y vídeo juegos porque “todo el mundo lo hace”. El consumidor final ve justificada su actitud en los altos precios del software, lo que le induce a piratearlos.
Es cierto que se trata de un problema muy complejo y los expertos consideran que para avanzar en esta materia es necesario crear una conciencia ética, de informar y cambiar las actitudes de los usuarios, de las empresas e incluso de las instituciones. La Ley de Propiedad Intelectual y el Código Penal protegen los derechos de autor, y son leyes perfectamente válidas para su aplicación.
Sin embargo, hay que reconocer que hay muchos intereses en conflicto, algunos fabricantes de software admiten un porcentaje de pirateo en sus programas porque consideran que es imprescindible para crear la necesidad en el usuario de utilización posterior de la nueva versión, lo que provocará que lo adquiera legalmente.
Es necesario tomar como referente Napster y poner en marcha medidas urgentes para que no suceda lo mismo con las películas. El cine español se encuentra en un buen momento, con gran aceptación del público. Personalmente no cambiaría ver el estreno de una película en la gran pantalla, con una bolsa de palomitas y una lata de coca-cola, por verla unos días antes en el monitor de mi ordenador, con cortes y mal sonido, ya que hasta que no haya banda ancha, no podrá verse perfectamente.
Noelia García ngarcia@delitosinformaticos.com Especialista Derecho Nuevas Tecnologías
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