Medios de pago: I-Mode
[10-05-01]
¿Pudo alguna vez Grahan Bell imaginar la enorme repercusión de su invento? Por supuesto que no. El descubrimiento del teléfono fue, como la gran parte de los inventos que han permitido a la humanidad desarrollarse, algo absolutamente revolucionario.
Un invento que en sus inicios apenas fue empleado se ha convertido en la actualidad en un instrumento imprescindible, fundamental y si no ¿en qué casa no existe actualmente un teléfono? De esta necesidad se ha ocupado hasta la Comisión Europea al regular el servicio universal.
Pero ¿en qué consiste este servicio universal? El Libro Verde sobre la “liberalización de las infraestructuras de telecomunicación” contempla este servicio que persigue garantizar el acceso a todos los usuarios con independencia de su ubicación geográfica, a un servicio mínimo definido, de una calidad determinada y a un precio asequible.
Ante esta situación regulada hasta por la Comisión Europea se puede observar el alcance del descubrimiento de Bell. Pues bien, ésto no es nada con el desarrollo que han tenido los teléfonos móviles. Actualmente existen en España alrededor de 22 millones de teléfonos móviles cifra absolutamente desorbitada en relación a las previsiones que los pioneros de esta tecnología tuvieron en sus comienzos. Nadie, al menos el público profano en la materia, pudo imaginar que aquellos maletines de unos 5 kilos que fueron el comienzo de los móviles se fueran a convertir en minúsculos aparatos con todo tipo de funcionalidades.
Pues bien, no sólo han tenido un éxito apabullante sino que a través de ellos sus usuarios pueden acceder a Internet y realizar todo tipo de compras (compra de billetes de avión, reserva de entradas de cine, etc.). Todavía recuerdo con asombro un vídeo que vi no hace demasiado tiempo en el que mediante el móvil no sólo era posible reservar las entradas del teatro consultar el estado de cuentas sino que además era posible ver un apartamento para alquilarlo, consultar el ordenador de la oficina o localizar a un grupo de amigos en un enorme centro comercial mediante la tecnología GPS y todo ello ¡únicamente a través del móvil!.
Pues bien, lo que no hace excesivo tiempo me sorprendió, hoy parece una realidad en Japón. La operadora de móviles NTT DoCoMo ha sido la artífice de la nueva fiebre del móvil japonés. Este invento ha pasado de 9 millones de usuarios en julio del año pasado a disponer en la actualidad de 18 millones de clientes. Pero ¿en qué consiste el i – mode? La nueva fiebre japonesa ofrece a sus clientes por unos pocos yenes descargar al terminal de pantallas melodías, juegos, comprar billetes de avión, buscar y reservar restaurantes y enviar correo electrónico. La clave de su éxito radica en que la conexión para datos es continua y barata, no se paga por tiempo sino por la cantidad de información transmitida. Existen contenidos gratuitos, pero otros tienen una cuota mensual de entre 200 y 550 pesetas.
Pero ¿qué es lo que ha provocado que lo que comenzó siendo un reclamo para adolescentes se halla extendido tanto a hombres de negocios como a amas de casa? Para algunos se trata se una excelente campaña de marketing (de hecho sirve de ejemplo en las mejores escuelas de negocio) para otros su éxito radica en la pasión electrónica de los japoneses (basta de ejemplo del famoso Tamagochi que causó furor entre la población japonesa joven y no tan joven).
Cualquiera que sea la razón el hecho es que el éxito del i – mode ha sido abrumador. La mayoría de los japoneses se conectan a Internet a través del móvil y no mediante el PC debido a que es mucho más económico optar por la segunda vía de conexión.
Pero parece que la “movilitis” existente en Japón o una excelente campaña de marketing no podrían ser suficientes para asegurar el éxito de este invento. ¿Cómo se ha podido enganchar a un número tan elevado de usuarios? La respuesta por simple que parezca es: mediante la oferta de un correo electrónico muy económico. En España un mensaje corto sale por unas 20 pesetas, en Japón un mensaje como “vamos al cine” o “hablamos luego” cuesta unas 2 pesetas. Una vez que se ha enganchado al público se ofrecen servicios adicionales, mediante el i – mode se puede acceder a unos 30.000 sitios, existen servicios que permiten realizar operaciones bancarias, leer el horóscopo, consejos sentimentales e incluso existe la posibilidad de imprimir las pantallas.
¿El sistema de pago? Muy flexible.
El uso del i – mode es muy sencillo, existe una pantalla como la de un móvil convencional en la que aparecen distintos dibujos con un significado, un dibujo de una caña de cerveza para quedar con los amigos, unos labios para mandar un beso, un micrófono para ir al karaoke, etc. Es lo que se conoce como el argot “emoji”.
Este fenómeno nipón ha hecho que me haga una pregunta ¿qué pasa con el WAP? Tanto en Europa como en USA en WAP no ha tenido el desarrollo esperado puede que en parte por el error cometido por las empresas al comenzar a hablar de la tecnología UMTS cuando ni tan siquiera se había comenzado a comercializar el WAP. Y si su desarrollo no ha sido el esperado aquellos que aún continúen esperándolo pueden continuar haciéndolo pues la fiebre nipona amenaza con expandirse a Europa mediante los acuerdos que DoCoMo ha comenzado a firmar con empresas como la operadora holandesa KPN Mobile o AT&TW Wireless.
Parece que esta tecnología nipona va a expandirse por el mundo. Esta expansión es sin duda un ejemplo más del estado de la tecnología japonesa que parece, siempre va por delante de los demás. Sólo queda esperar si esta fiebre va a continuar en Europa.
Talia Besga tbesga@delitosinformaticos.com Especialista Derecho Nuevas Tecnologías
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