Y es que parece que la nueva era de las comunicaciones, liderada
por el uso de Internet, da permiso y abre las puertas a todo tipo
de acciones y de negocios.
Un juez de la Audiencia Provincial de Kassel, en el centro de Alemania,
ha condenado a este hombre de 48 años de edad a pasar 4 meses en
prisión y a pagar 2.000 euros tras haber puesto en venta uno de
sus riñones en Internet.
La oferta ascendia a 66.000 euros, con los que pretendia, por
lo visto, ayudar a una exnovia a pagar las deudas de su empresa,
para que no fuera a pique.
El hombre no conocía la gravedad del asunto, ya que según sus
declaraciones no sabía que este hecho esta penado por la ley.
El juez, que no ha sido excesivamente severo con la pena, quiere
que sirva de ejemplo para que este tipo de acciones no se lleven
a cabo a través de Internet.
Fuente: Agencia EFE
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