El
concepto de auto-regulación (self-regulation) está siendo
ampliamente utilizado, no sólo en las distintas versiones
del Anteproyecto de Ley de Comercio Electrónico que
han aparecido hasta ahora.
Básicamente
se trata de una fórmula alternativa a la regulación
estatal basada en reglas y pautas de comportamiento
fijadas por la industria a través de códigos de conducta,
estándares etc. Se supone que el carácter global del
comercio electrónico así como la constante innovación
tecnológica que le rodea hacen que las leyes de los
distintos Estados tengan un enfoque demasiado local
que pueda incluso obstaculizar su desarrollo y corran
el riesgo de quedar rápidamente obsoletas. De ahí que
la autoregulación se vea como una opción adecuada que
debe ser fomentada.
En
este sentido se habla incluso de promover una política
de cooperación entre Estados, industria y consumidores
a través de la co-regulación. Lo que aún no se ha definido
con claridad es las áreas en las que la autoregulación/co-regulación
podría tener cabida aunque los primeros ejemplos se
han centrado fundamentalmente en los campos de mecanismos
alternativos de resolución de conflictos (ADRs), protección
de los consumidores y lucha contra los delitos informáticos.
La
actividad de ICANN en la gestión de los nombres de dominio
es otro ejemplo. Sobre este tema existe una ponencia
de Denis Henry Vice-Presidente de Regulación en Bell
Canada.