Última actualización:
4 Febrero 2001
Los 10 fraudes más comunes en Internet
Internet cuenta ya con un decálogo de prácticas ilegales.
La Comisión Federal de Comercio (FCT) de Estados Unidos ha
publicado una lista en la que figuran los 10 fraudes más
comunes realizados al amparo de la Red. Estafas en subastas, fraudes
con tarjetas de crédito, falsas oportunidades de negocio
o engaños en vacaciones y viajes son algunas de las fórmulas
que se recogen en la lista, elaborada a partir de las reclamaciones
de los usuarios.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos,
el organismo que supervisa la competencia y se encarga de la protección
de los consumidores, acaba de publicar una lista con los 10 fraudes
más comunes que se pueden realizar a través de Internet.
Así, el informe de la FTC es resultado de una iniciativa
impulsada por los organismos de protección de los consumidores
de varios países, entre ellos Alemania, Gran Bretaña
o Canadá. 'Queremos que los artistas del fraude cibernéticos
sepan que estamos montando una coalición de protección
al consumidor en todo el mundo', manifestó Jodie Bernstein,
responsable la Oficina de Protección a los Consumidores,
informa Europa Press. El decálogo de la Comisión Federal
de Comercio, realizado a partir de las denuncias efectuadas por
los propios consumidores, considera que estos son los supuestos
más frecuentes:
Las subastas: Algunos mercados virtuales ofrecen una amplia selección
de productos a precios muy bajos. Una vez que el consumidor ha enviado
el dinero puede ocurrir que reciban algo con menor valor de lo que
creían, o peor todavía, que no reciban nada.
Acceso a servicios de Internet: El consumidor recibe una oferta
de servicios gratuitos. La aceptación lleva implícita
el compromiso de contrato a largo plazo con altas penalizaciones
en caso de cancelación.
Las tarjetas de crédito: En algunos sitios de Internet, especialmente
para adultos, se pide el número de la tarjeta de crédito
con la excusa de comprobar que el usuario es mayor de 18 años.
El verdadero objetivo es cobrar cargos no solicitados.
Llamadas internacionales: En algunas páginas, por lo general
de material para adultos, se ofrece acceso gratuito a cambio de
descargar un programa que en realidad desvía el módem
a un número internacional o a un 906. La factura se incrementa
notablemente en beneficio del propietario de la página.
Servicios gratuitos: Se ofrece una página personalizada y
gratuita durante un período de 30 días. Los consumidores
descubren que se les ha cargado facturas a pesar de no haber pedido
una prórroga en el servicio.
Ventas piramidales: Consiste en ofrecer a los usuarios falsas promesas
de ganar dinero de manera fácil sólo por vender determinados
productos a nuevos compradores que éstos deben buscar.
Viajes y vacaciones: Determinadas páginas de Internet ofrecen
destinos maravillosos de vacaciones a precios de ganga, que a menudo
encubren una realidad completamente diferente o inexistente.
Oportunidades de negocio: Convertirse en jefe de uno mismo y ganar
mucho dinero es el sueño de cualquiera. En la Red abundan
las ofertas para ganar fortunas invirtiendo en una aparente oportunidad
de negocio que acaba convirtiéndose en una estafa.
Inversiones: Las promesas de inversiones que rápidamente
se convierten en grandes beneficios no suelen cumplirse y comportan
grandes riesgos para los usuarios. Como norma general, no es recomendable
fiarse de las páginas que garantizan inversiones con seguridad
del 100%.
Productos y servicios milagro: Algunas páginas de Internet
ofrecen productos y servicios que aseguran curar todo tipo de dolencias.
Hay quienes ponen todas sus esperanzas en estas ofertas que normalmente
están lejos de ofrecer garantías de curación.
Las estafas del 906 en España.
Pese a que el índice de uso del comercio electrónico
entre los consumidores españoles es todavía muy bajo,
las primeros indicios de fraude ya han hecho su aparición.
Así, según Miguel Pérez Subías, presidente
de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), las principales
quejas en España están relacionadas con el uso de
números 906 a los que el usuario accede sin darse cuenta
a través de páginas con contenidos pornográficos.
'Al usuario se le pide que acceda a seguir visualizando imágenes
gratis, pero cuando presta su consentimiento para ello en realidad
lo que está haciendo es acceder a un 906 con la consiguiente
factura telefónica', explica.
Entre las recomendaciones de la AUI, destaca el utilizar siempre
accesos seguros y no realizar compras en páginas no identificadas.
También recuerda que comprar a través de un servidor
situado en el extranjero 'es como ir al extranjero y comprar algo',
a efectos de reclamaciones posteriores y preguntar siempre si los
portes y aranceles de los productos están incluídos
en el precio. Otra de las recomendaciones es evitar 'a toda costa'
cargar en el ordenador programas desconocidos y comprar siempre
con tarjeta de crédito 'ya que pueden rechazarse los cargos
durante un período de tres meses'.
La visión de las empresas del sector es diferente a la de
los usuarios. Para María González Revuelta, directora
general de la Asociación Española de Comercio Electrónico,
'no hay fraudes específicos del comercio electrónico'.
Y añade que 'los mismos problemas que los consumidores pueden
tener en establecimientos tradicionales son los que se dan en la
Red'. González Revuelta matiza que 'las escasas quejas que
nos han llegado se deben a retrasos en la entrega de productos,
pero esto no es típico de Internet'. Desde esta asociación
aconsejan seguir pautas de conducta similares a las que se mantienen
en el comercio clásico. 'Si no se entra en una tienda por
falta de confianza, tampoco se debe entrar en una página'.
|