Si tienes webcam, ándate con ojo porque es utilizada para realizar estafas por Internet

La proliferación de internet, ya presente en la inmensa mayoría de hogares españoles, nos ha llevado a un estado de sociedad interconectada en la que la red de redes ya se ha convertido en parte esencial de nuestro día a día. Utilizamos internet para informarnos, para hacer la compra, para comunicarnos, para realizar operaciones bancarias e incluso para ligar y hasta conocer al amor de nuestra vida. Y en todo ello, la webcam de tu ordenador juega un papel fundamental, tanto, que la Guardia Civil vuelve a alertar sobre sus peligros aunque en esta ocasión lo hace desde otra perspectiva.

Son muchos los hackers que valiéndose de sus grandes conocimientos informáticos son capaces de controlar nuestra webcam y así ver lo que tecleamos (contraseñas, códigos bancarios, etcétera) con fines que todos ya conocemos. Sin embargo la webcam también puede constituir un riesgo que nos llega por parte de personas que, en lugar de aprovechar sofisticados programas informáticos para sus fechorías, hacen una de una debilidad humana: la confianza.

Utilizar internet para ligar o encontrar pareja es algo cada vez más frecuente. Lo que empieza en cualquier chat o red social con un inocente «Hola, ¿qué tal?» puede acabar por convertirse en una auténtica pesadilla pues en ocasiones, esa persona que te está pareciendo tan ideal, no es lo que aparenta y sus intenciones son otras bien distintas.

Primero a través de conversaciones y, como decíamos, aprovechándose de tu creciente confianza, acabará por saber muchos datos de tu vida (contactos, cuál es tu trabajo, dónde trabajas, lugares de ocio que sueles frecuentar, etcétera); incluso puede que hayas dejado al descubierto algunas de tus preocupaciones y debilidades pues se da la paradoja de que en internet, estar frente a un desconocido da pie a contar cosas que nunca contarías a tus familiares ni a tus mejores amigos.

Y llegará el momento en que tu «falso amor» quiera sustituir las conversaciones escritas en el teclado, por charlas vía webcam. A partir de ese momento deberás llevar aún más cuidado con todo cuanto haces y muestras. Sin darte cuenta puedes estar mostrando detalles de tu casa pero sobre todo, podrías estar dejándote grabar, sin saberlo, por alguien que más tarde cambiará de carácter radicalmente y utilizará esas imágenes para hacerte chantaje y obtener lo que desea (¿dinero?, ¿sexo?). Podrá amenazarte con difundir esas grabaciones entre tus contactos, o publicarlas en páginas webs y redes sociales.

La webcam no tiene nada de malo, como tampoco lo tienen las redes sociales. La clave radica en hacer un uso responsable y no exponernos más de lo debido ante personas que, en realidad, son desconocidas para nosotros.

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