¿Cómo sería la vida sin los satélites?
La inteligencia del hombre ha aumentado tan considerablemente que se han vuelto realidad miles de ideas antes consideradas como pura fantasía. La ciencia ficción pasó a ser ciencia a secas.
Para citar solo, podríamos hablar de los aviones: una tecnología que hasta hace menos de cien años era impensable hoy se ha vuelto de los más común.
Exactamente pasaba lo mismo con el deseo de poder dejar una marca en el espacio, espacio, la última frontera. Pero ahora tenemos gracias a los satélites artificiales nuestra huella plantada en la bastedad del universo.
Los satélites son objetos que orbitan alrededor de los planetas, en nuestro caso la Tierra, en forma circular o elíptica. Existen satélites naturales como es el caso de la Luna, o pueden ser artificiales.
En un comienzo los satélites solían tener un uso exclusivo militar, para poder realizar de navegación, investigación y espionaje de un ejército a otro. Sin embargo, actualmente su utilización ha cambiado un poco, ya que es se han convertido en un pilar fundamental del normal desenvolvimiento de nuestra vida cotidiana: sirven para transmitir el Internet, la televisión y los teléfonos. Todas nuestras comunicaciones dependen de ellos.
Además, realizan otras actividades como estudiar los movimientos de las masas continentales, de las alteraciones en los patrones climáticos, de la temperatura y cartografiar el planeta.
En el área espacial son utilizados para el estudio de estrellas y galaxias distantes así como en descubrir datos sobre el origen del universo.
También suelen ser empleadas por los aviones o barcos accidentados, para que así puedan ser localizados fácilmente por equipos de rescate. Gracias a ellos son tan precisos los sistemas de posicionamiento global (GPS).
El primer satélite colocado en la órbita de la Tierra fue el Sputnik, el 4 de octubre de 1957 y desarrollado por la Unión Soviética. Esto fue hecho en plena Guerra Fría, cuando competía con los Estados Unidos por quién sería el primero en conquistar el espacio: aunque los soviéticos colocaron un objeto en el espacio primero, fue la misión del Apollo 11 la primera que pudo llevar un humano a la Luna.
Sin el desarrollo de los satélites estaríamos a ciegas en nuestros intentos de tratar de crear un mapa del Universo, además de que estaríamos limitados a la tecnología con la que contamos en la Tierra, limitando las comunicaciones y haciendo más difícil transportarnos de un lugar a otros.
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