El secuestro virtual, forma rápida de obtener beneficios
El secuestro virtual suena a ciencia ficción, quizá a algo irreal por el propio nombre que lo define, pero es una realidad que los ciberdelincuentes comienzan a ver como una forma rápida de obtener beneficios.
Con la proliferación de los smartphones y sus vulnerabilidades los secuestros virtuales son una forma más de coacción a las personas que son víctimas de los mismos. Se trata de encriptar el móvil o incluso el ordenador y pedir a cambio un rescate para no difundir imágenes o datos de carácter personal. Es más bien una extorsión telefónica de modo que el secuestrador virtual acosa a la afectado de forma continuada hasta conseguir la cantidad de dinero que solicita.
Si bien en España esta práctica aún no es muy común, en Latinoamérica si es bastante frecuente y de hecho ya hay numerosos casos denunciados. Se piensa incluso que puede haber pues muchas personas que no denuncian los hechos por temor a las represalias.
El método se basa en la encriptación de la información que contiene el móvil o el ordenador, de modo que es imposible acceder a los datos. La única forma de recuperarlos es aceptando los requisitos de los delincuentes.
El problema es que esto ciberdelincuentes tienen unos altos conocimientos informáticos y aunque se realice la denuncia el proceso hasta conseguir el acceso normal a nuestros datos puede prolongarse. De ahí ese miedo a denunciar, especialmente si se trata de personas públicas o famosas que pueden ver comprometidas su imagen personal.
Entre las víctimas de estos delitos también se encuentran ejecutivos de empresas que poseen datos de interés, de compañías industriales importantes o políticos. En España, fue muy sonado el caso del secuestro virtual del grupo musical Delorean en el año 2013. Aunque esta forma de actuar fue más agresiva puede directamente se pidió el rescate a los familiares sin que realmente se hubiera producido ningún secuestro, hasta que al final los delincuentes acosaron a los miembros del grupo haciéndoles pensar que realmente estaban secuestrados, cuando realmente no era así.
En este último caso poco podemos hacer, pero para evitar que el secuestro se produzca desde un entorno informático, los expertos aconsejan incrementar las medidas de seguridad de los distintos dispositivos electrónicos. Un buen antivirus y unos aparatos actualizados ya suponen dos medidas muy útiles. Y después las recomendaciones de siempre: no dejar sesiones abiertas o conectarse desde wifis públicas, vigilar el uso de contraseñas seguras y no compartirlas con nadie y, por supuesto, estar atento de los posibles correos maliciosos.
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