Compra consola en Internet y le envían fotografía: “Estafas legales”

El mundo de los videojuegos tampoco se salva de las estafas por internet. Peter Clatworthy saltaba a los medios de todo el mundo en los últimos días tras haber pagado 538 euros en una subasta de Ebay por una fotografía de una Xbox One.

Una estafa un tanto dudosa, porque al parecer en el anuncio se especificaba que lo que se vendía era una fotografía (y que además se veía claramente, porque era de una pésima calidad). A raíz de esta compra, Ebay devolvió el dinero al hombre, que se había convertido ya en un personaje conocido en la red, y una cadena británica le regaló la tan ansiada Xbox One para su hijo.

Estas supuestas ventas fraudulentas que no se corresponden con el producto solicitado no son nuevas. Las estafas de las “cajas” parece que tienen cierto éxito, y consiste en vender las cajas sin los productos en las páginas de subastas. A veces, no leer detalladamente la descripción del producto puede hacer que adquiramos, simplemente, la caja del producto por una suma importante de dinero. Como ejemplos, un comprador que pagó 247 dólares en 2007 por una caja de Wii vacía, y otro que pagó 170 por una de Xbox sin la consola en su interior.

Ebay recomienda comprar a vendedores con cierta reputación en la plataforma, además de utilizar plataformas de pago seguro, y no herramientas como Western Union, que trabaja con el total anonimato de ambas partes.

El mundo de los videojuegos se convierte así en un blanco fácil para estafadores que utilizan trucos bastante rudimentarios, pero que a veces les funcionan. Muchos distribuidores aprovechan el desconocimiento o la ética de las “estafas legales” para sacar provecho de sus usuarios. El afamado creador de videojuegos Peter Molyneux, creador de Fable y Caballero de las Artes y las Letras en Francia, está siendo objeto de muchas críticas últimamente porque en su nuevo juego, Curiosity, que consiste en romper un cubo y ver qué hay en su interior, se vende un martillo para avanzar más rápido en la demolición que cuesta 50.000 dólares. Según Molyneux, él «no puede avergonzarse por pedirle a la gente que se gaste dinero», y lo considera un “experimento social”.

Las estafas en el mundo de los videojuegos también forman parte del día a día de los consumidores de este tipo de productos. Asegurarse de leer la descripción del producto que vamos a adquirir, vigilar que el vendedor sea de confianza y utilizar formas de pago seguras a través de la red pueden ayudarnos a evitar este tipo de actos fraudulentos.