El primer ministro británico «compra» seguidores en Facebook
Según el diario “The Daily Mail”, el primer ministro británico habría pagado publicidad para conseguir más seguidores en su cuenta personal de Facebook. La publicidad de pago de Facebook se utiliza para sugerir a otros usuarios hacerse seguidores de una página o de un personaje público, y consiste en un pago periódico para que los anuncios de muestren en los muros de usuarios con intereses relacionados con la página. La forma de inversión es sencilla: escoges un presupuesto en base al cual Facebook mostrará tu anuncio un número determinado de veces, que aumenta a medida que aumenta el presupuesto.
Según esta premisa, Cameron se podría haber gastado 9.000 euros procedentes de los fondos del Partido Conservador para conseguir llegar a los 127.000 seguidores. Al parecer, el gasto se hizo porque el liberal-demócrata Nick Clegg tenía 20.000 “me gusta” más que el primer ministro.
Este acto ha sido fuertemente criticado tanto por la oposición como por sus seguidores en redes sociales, que lo consideran un gasto innecesario.
La eclosión de las redes sociales hace que los personajes públicos deseen a toda costa tener una importante presencia en estas plataformas, que normalmente consiguen publicando contenidos de interés para sus seguidores o describiendo su día a día fuera de la rutina pública. A veces, sin embargo, este afán de protagonismo en Internet provoca actitudes reprochables como ésta, que han generado una fuerte polémica por la elevada inversión en asuntos que pueden parecer triviales.
La publicidad en Facebook suelen utilizarla empresas que buscan más seguidores para conseguir objetivos de conversión o fidelización de usuarios. Algunos consideran que el hecho de que Cameron “comprara” esta cantidad de seguidores significa que no es capaz de conseguirlos de forma orgánica. La oposición ha arremetido fuertemente contra esta necesidad de conseguir seguidores “falsos” y la considera una forma irreal de ganar popularidad.
Las redes sociales sirven para crear un vínculo entre un usuario o, en este caso, un seguidor de un personaje público y la persona u organismo implicado. Su finalidad es estar en permanente contacto en los interesados y ofrecerles contenido que puede ser de su interés. Los usuarios escogen libremente los personajes, empresas o instituciones a las que quieren seguir, si coinciden con sus intereses o tienen algo interesante que contarles.
Las redes sociales han abierto incluso un nicho de trabajo, en el que las empresas pagan a expertos en comunicación para gestionar las publicaciones de la empresa u organismo en las redes sociales. Estos profesionales pueden utilizar herramientas publicitarias de pago si lo consideran importante para el crecimiento de la reputación de la empresa, aunque, como en este caso, puede ser criticado.
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