Diferencias entre la estafa informática y la estafa convencional

La crisis ha provocado en los últimos años un aumento considerable del número de estafas cometidas, y principalmente están aumentando las que se cometen a través de Internet.

Los Juzgados y Tribunales reciben este tipo de delitos cada vez con mayor frecuencia, debido a que son más fácil de llevar a cabo, teniendo en cuenta que cuando el delincuente utiliza Internet para cometer un delito lo hace valiéndose del anonimato que éste ofrece y por la velocidad en que puede cometer distintos delitos. Sin embargo, siguen cometiéndose estafas convencionales con igual magnitud que las anteriores. En caso de tener algún problema legal relacionados con estafas, puede contactar con el servicio de legadoo y abogados especializados en estafas.

Delito continuado de estafa en venta por Internet

Recientemente el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo han condenado a un jóven gaditano por ofrecer a través de la página eBay la venta de ordenadores portátiles, móviles y una PlayStation III que, tras el pago que realizaban los consumidores, enviaba ladrillos en su lugar. El jóven aprovechó la pérdida de un DNI de un hombre para cometer los distintos delitos suplantando su identidad, aunque la cuenta bancaria en la que debían de realizar el ingreso evidentemente era propia. Un vecino de Vigo y víctima de lo sucedido denunció los hechos tras recibir una pilas, unos casos y un cargador por la compra de un teléfono móvil por valor de 268 euros. El comprador de los portátiles recibió una sorpresa cuando en la caja que recibió se encontrabó con una losa y un par de ladrillos envueltos en papel film. Por último, un madrileño pagó por la PlayStation 310 euros y no llegó a recibir nada. El joven gaditano cumplirá una condena de prisión de 9 meses como autor de un delito continuado de estafa.

Estafa en venta de negocio

Otro caso reciente, sin movernos de los Juzgados de Vigo, ha sido el del matrimonio condenado por vender una tintorería ocultando más de 14 mil euros concerniente del pago de deudas, cargas y gravámenes. El juez les condena a 1 año y 4 meses de cárcel a cada uno por vender participaciones sociales por valor de 16 mil euros, sin informar a los compradores que la maquinaria de la tintoría estaba embargada (lavadoras, secadoras, máquinas industriales de planchado…) y que la Agencia Tributaria, la Seguridad social y el Concello les reclamaba una serie de cargas y deudas contraídas por el matrimonio.

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