Por un blindaje legal contra los ciberataques
Uno de los bienes más preciados que tiene una sociedad es el progreso científico y tecnológico. Sin dudas, de un tiempo a esta parte, el avance tecnológico ha dominado la escena del mundo. Y la construcción de la gran madeja de comunicación e información en la que se transformó Internet pareciera ser la protagonista estelar de esta gran historia.
Tanto, que la revista Wired Italia lanzó a fines del pasado año el proyecto Internet for peace, con el único fin de postular a la red para el Nobel de la Paz 2010. La delirante idea, que fue apoyada por el diseñador italiano Giorgio Armani, el científico Humberto Veronesi, la activista y Nobel de Paz Shirin Ebadi y la empresas Sony Ericsson y las divisiones italianas de Microsoft y Vodafone, sostiene como argumento principal que Internet permite la construcción de un mundo pacífico.
Como es sabido, el progreso permitió el acceso al mundo aunque también trajo aparejado una sofisticación en el uso y abuso de las herramientas técnicas. Muchas de ellas fueron beneficiosas para las empresas y, otras tantas, fulminantes. Los fraudes, robos y sabotajes fueron lentamente ganando su espacio y alertando a las firmas sobre la necesidad de proteger su organización de la delincuencia informática.
A comienzos de este año se lanzó desde China el ataque más profesional y estratégico que haya vivido en la historia de la red. La Operación Aurora, como se la denominó, aprovechó vulnerabilidades para asestar su gran golpe, que persiguió un sólo destino: robar información. El operativo, puso en guardia a todas las empresas de software así como a las de aplicaciones de seguridad para cerrar las brechas y evitar el peligro de contaminar a millones de usuarios en todo el mundo.
Por su parte, el reciente estudio del gigante Symantec proporciona valiosos datos acerca del estado de la seguridad de la información en el ámbito empresarial a nivel mundial, con algunas particularidades del mercado latinoamericano. De acuerdo al reporte State of Enterprise Security 2010 el 75% de las empresas encuestadas manifestaron haber sufrido algún tipo de ataque informático en los 12 meses anteriores a la encuesta, cifra que alcanza el 49% cuando se analiza la región latinoamericana. Entre los blancos más recurrentes cabe destacar la sustracción de datos personales o de información sobre tarjetas de crédito de los clientes, como así también el robo de propiedad intelectual.
Los ciberataques, cada vez más frecuentes y más certeros, generan cuantiosas pérdidas económicas, afectando, adicionalmente, la productividad de las empresas, la confianza de los clientes y la reputación e imagen de la empresa en el mercado. Además, ponen de manifiesto la importancia de resguardar el know how, los secretos comerciales, la propiedad intelectual y las bases de datos de clientes, proveedores y empleados, que conforman una parte importante del capital de una empresa. Acaso su capital intangible.
Afortunadamente, existen recursos humanos y tecnológicos para hacer frente a los ciberataques. Pero, es importante que las empresas consideren que cuentan también con herramientas legales que les permiten prevenir el robo de información o reducir los daños provocados por la delincuencia informática. La seguridad de la información requiere de la coordinación de tres pilares básicos: lo humano, lo tecnológico y lo legal.
El Nobel parece demasiado si tenemos en cuenta que ese galardón recayó en manos de la Madre Teresa de Calcuta o Nelson Mandela. El espacio que se ha ganado Internet dentro de la historia es otro. El ahora es hoy. Y la batalla no es contra la pobreza estructural si no contra los delincuentes que no permiten que el progreso llegue cada vez a más personas.
Por Martín Carranza Torres
Socio de Carranza Torres & Asociados
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