Estafas frecuentes en la Red
Desgraciadamente, cada vez proliferan aún más las estafas en Internet; delitos informáticos, de los cuáles no se puede culpar exclusivamente a los cibercomerciantes, pues existen muchos internautas que aprovechan vacíos legales para sacar beneficios de ello.
Necesitamos pues, estar alerta de esta situación, por ello dejamos algunos ejemplos de fraudes frecuentes que los ciberdelincuentes suelen perpetrar:
Subastas Fraudulentas:
En ocasiones, después de haber pagado por un producto adquirido en una subasta, podemos recibir un artículo que no se corresponde en absoluto por el que habíamos pujado e inclusive, puede ser que no posea valor comercial alguno.
Estafas de Proveedores de servicios de Internet (ISP):
Puede ser que algunos ISP registren dominios a su nombre en vez de hacerlo al del cliente, quedando ellos con la titularidad y, por tanto, con la imposibilidad por parte del usuario de poder cambiar de compañía. De hecho para cambiar de registrador deben pagar una fuerte penalización debido a la rescisión anticipada del acuerdo; por ello, es importante leerse bien las cláusulas y los contratos, que pueden contener estas trampas engañosas para el cliente.
Facturación premium en servicio móviles
A veces se realizan cargos en la factura del teléfono sin que el cliente sepa por qué ni haya sido informado de ello.
Timos en la tarjeta de crédito:
Puede ocurrir que, con cualquier excusa se le pida el número de su tarjeta de crédito y luego esta información sea usada para realizar cargos en ella, que son muy difíciles de anular.
Estafas piramidales y Multinivel:
Normalmente se nos aseguran grandes ganancias económicas a los “incautos”, pero lo que sucede es que nuestros clientes no son los consumidores finales, sino unos distribuidores más al igual que nosotros, y que forman parte de una interminable cadena. Ésta sucesión se rompe en algún punto y los únicos que ganan dinero son los primeros que la formaron, los que están en la cúspide y, por ende, reciben todas las comisiones de los demás.
Los engaños del “Trabaje cómodamente desde su casa”:
En este tipo de estafa, se suele pedir una inversión en maquinaria, productos o herramientas para comenzar a trabajar. Los artículos, además tienen una dudosa rentabilidad o suele ocurrir que una vez revisado el trabajo, o la “prueba” se tache de falto de calidad, por lo que hay que volver a repetirlo, comprar de nuevo los materiales y vuelta a empezar.
Promesas de conseguir ganancias y hacerse rico con rapidez:
Se aseguran unas altas ganancias económicas y se conjeturan cálculos financieros muy positivos con previsiones de rentabilidad; todo ello sobre mercados desconocidos e insólitos. Lo normal es que suelen esconder transacciones y operaciones delictivas o de fraudes.
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