Desarticulada una red que estafaba a través del «timo del negativo»
Los delincuentes, y en especial los estafadores, se las ingenian de mil formas diferentes para lograr su objetivo: enriquecerse a costa de los demás. Una buena prueba de ello es la red de estafadores que operaba en Almería y que la Guardia Civil del Equipo de Policía Judicial de Garrucha ha logrado desarticular gracias a la denuncia interpuesta por tres de sus víctimas.
Se trata de cuatro hombres que, perfectamente organizados, contactaban con personas que tenían puesto a la venta su coche por internet haciéndoles ver que estaban interesados en su adquisición. Una vez concertada la primera cita se ponía en marcha la maquinaria estafadora.
En primer lugar acudía a ver e incluso probar el coche mostrando su satisfacción y haciendo creer al vendedor que efectivamente estaban muy interesados. De esta forma lograban concertar una segunda cita donde, hipotéticamente, se perfilarían los acuerdos del trato sin embargo era en esta segunda sesión donde comenzaba el verdadero timo.
Los supuestos compradores proponían a sus víctimas cambiar dinero oculto con un tinte de color negro por dinero plenamente legal y para convencerles hacían la demostración en directo: colocaban un billete real entre dos papeles tintados del mismo tamaño que el billete, vertían unos líquidos reactivos y estos papeles se transformaban en billetes.
Convencidas las víctimas, y dado que sólo se podía emplear un billete de curso legal por operación, quedaban para una tercera cita en la que debían llevar, en este caso, 10.400 euros para «aclarar» más billetes prometiendo la devolución del dinero más una jugosa bonificación. Durante esta tercera cita los estafadores colocaron uno por uno los billetes entre sus papeles tintados y dieron a sus víctimas un paquete con los reactivos y el dinero también entre hojas tintadas sin embargo, deberían esperar tres horas hasta que la reacción surtiese efecto algo que, evidentemente, jamás se llegó a producir.
No contentos con eso las víctimas comenzaron a recibir por teléfono «ofrecimientos» para solventar su problema a cambio del coste de los productos necesarios, 1800 euros que también les fueron estafados.
En definitiva, toda una artimaña muy bien estudiada y escenificada pero que sin embargo ha acabado con los cuatro estafadores detenidos, uno de ellos en el aeropuerto de El Prat en Barcelona justo antes de abandonar el país.
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