Nuevas tendencias en phishing
Todos estamos expuestos a sufrir estafas en la red o suplantación de nuestra identidad, tanto a través del email como de las redes sociales. Estamos hablando del phising, una actividad delictiva que tiene como objetivo suplantar la identidad de un usuario obteniendo datos confidenciales.
¿Quién no ha recibido un email extraño que nos dice que necesitamos dar nuestras claves de la tarjeta por un error en el banco, por un cambio de producto o cualquiera de estas excusas? Cuidado, esta es la forma más frecuente con la que los delincuentes captan nuestra información confidencial. La Oficina de Seguridad del Internauta alertó de una oleada de correos electrónicos que últimamente se hacen pasar por el Banco Santander, y que redirige a sus usuarios a una web maliciosa con el objetivo de captar sus datos y claves.
Otro email típico es el de un anciano o anciana millonario a punto de morir que te ofrece su herencia al no contar con descendientes. Aunque parezca mentira, muchos han picado con esta estafa. A pesar de que esta en concreto parezca poco elaborada, el fraude en Internet evoluciona en técnicas y víctimas. Según un informe de la Red Europea de Centros de Consumidores, un 12% de los usuarios de Internet en Europa han sido víctimas de uno de estos fraudes, mientras que un 8% se ha enfrentado a la suplantación de su identidad en Internet. Aunque el porcentaje en España (7%) está muy lejos de Polonia (18%), Hungría (17%) o Malta y Reino Unido (16%).
El estudio destaca como la estafa más común (70%) la vinculada a webs fraudulentas que piden a los usuarios que hagan transferencias bancarias y después no entregan los productos supuestamente adquiridos. El segundo fraude más utilizado es el de los coches de segunda mano comprados en la Red, la venta de bienes de contrabando y ventas fraudulentas de entradas. Es el caso de Tomás, que explica cómo compró una conocida videoconsola por unos 250 euros. Tras contactar con el vendedor a través de página de anuncios de compraventa y pasarse un día comunicándose con él a través de Whatsapp, su desconfianza desapareció cuando le envió una fotografía del DNI. Tomás pagó a través de Paysafecard, nunca recibió la consola ni pudo contactar con el vendedor y después dedujo que el DNI que vió no correspondía al estafador.
Para evitar ser víctimas de una estafa de este tipo, debemos extremar las precauciones en la red. Utilizar métodos de pago seguros para nuestras compras y no facilitar datos personales son la mejor forma de prevenir un ataque de este tipo, aunque también debemos evitar confiar en destinatarios de emails que no conocemos y procurar ver a los vendedores en persona si vamos a adquirir un objeto importante o que nos cueste mucho dinero.
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