Fallos en Facebook, viralidad y Protección de datos
La reciente difusión de un fallo de seguridad en Facebook por el que se difundían mensajes privados de usuarios de esta red social de modo indiscriminado ha puesto en evidencia dos realidades:
– El enorme poder de difusión que tienen los medios en Internet, lo que se conoce popularmente como viralidad.
– La facilidad con que damos crédito a una información que nos llega de fuentes de confianza.
Una de las virtudes de Internet (sus blogs, foros, portales y redes sociales) es que nos permite comunicarnos de un modo muy sencillo con otros particulares, con otras personas. De este modo, una recomendación de compra, por ejemplo, puede resultar mucho más satisfactoria respecto a nuestras necesidades y presupuesto si contamos con la opinión de decenas de usuarios en un par de webs especializadas.
Lamentablemente, lo que es una virtud, también se convierte en un defecto.
La fácil propagación que puede alcanzar una novedad o noticia sorprendente convierte este medio en un aliciente para cometer delitos informáticos. El más conocido de esta naturaleza es el spam, por el que recibimos noticias u ofertas fraudulentas a través de correos electrónicos y personas de nuestro círculo íntimo que ellas probablemente nunca nos han mandado. Sin la debida prudencia, esos mensajes pueden darse por auténticos teniendo en cuenta la confianza de su origen (un amigo, un familiar, un compañero de trabajo) y promover un fraude.
Cualquiera de estas prácticas supone, como mínimo, un delito por suplantación de identidad e incumplir la LOPD, aunque la detección de su origen y la búsqueda de responsables, desgraciadamente, es muy compleja.
Parece que con el fallo de seguridad en Facebook ha sucedido algo así. La compañía, que se ha visto obligada a suspender su cotización en Bolsa ante la repercusión de la noticia, ha desmentido tal fallo, ya que tales mensajes de los años 2007 a 2009 han sido siempre públicos.
La enorme viralidad alcanzada por esta noticia ha venido porque cientos de usuarios declaraban personalmente haber sufrido esa vulnerabilidad en sus cuentas sin realizar una verdadera verificación. Y esa afirmación tan contundente y cercana se ha propagado hasta el infinito, ya que venía a refutar la noticia de los medios de comunicación con testimonios particulares. La combinación de una buena mecha y muchísimo combustible para quemar.
Es evidente que Facebook tendrá que probar claramente que no se ha vulnerado ningún derecho de sus usuarios respecto a sus datos y mensajes personales, como ya les ha solicitado FACUA que haga ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Y los usuarios particulares deben extremar todo tipo de precauciones y medidas cuando recibamos un mensaje de carácter negativo o escandaloso en el que se solicita redifusión inmediata, porque probablemente se trate de una falsedad, un fraude o la búsqueda del perjuicio de un tercero.
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