Ataques informáticos: 31% de los estafados por malware no recuperan cantidades defraudadas
Phishing, ataques masivos de cuentas de correo y páginas, accesos ilegales a bases de datos y servidores, virus y otros tipos de malware son delitos informáticos que cada día cuestan millones de Euros no solo a las cuentas de grandes empresas sino prácticamente a cualquier persona que tenga información susceptible en soporte digital y vinculado de algún modo a internet.
Cuando hablamos de pérdidas de dinero por delitos en el ámbito informático lo primero que nos viene a la mente es a un hacker vaciando nuestra cuenta corriente al hacer una transferencia a una cuenta en un país lejano o el robo de identidad para compras no autorizadas en portales de venta online. Si bien ese escenario puede ser devastador, los daños colaterales de un ataque online son las partes más complicadas de remontar luego de una perdida financiera.
Datos obtenidos en una reciente encuesta realizada por B2B Internacional (encuestadora filial de la empresa rusa Kaspersky Lab, referente mundial en estudios de seguridad informática) determinaron que una de cada tres víctimas de un ataque informático en Europa ha sufrido pérdidas financieras asociadas a dicho ataque, de los cuales casi una cuarta parte nunca estuvo en la capacidad de recuperar el dinero sustraído.
Según informa Kaspersky Lab, la media de perdida de dinero en un ataque online es de 50 € (unos 68 US $). Llama especialmente la atención que aproximadamente el 20% de los encuestados fue víctima de sustracción de dinero a través de populares sistemas de pago en línea como, Google Wallet, PayPal, Western Union, Moneygram o Moneybookers.
Según un portavoz de Kaspersky “un delincuente puede sustraer la totalidad de los ahorros una determinada víctima con un simple ataque online a través de un malware no muy sofisticado, pero si bien localizado para hacer una daño efectivo”. La compañía también hizo especial puntuación en que un malware “normal” que solo tiene como función robar datos personales o dinero directamente, puede generar una serie de gastos inesperados como contratación de servicios de seguridad informática profesional, restauración de redes, replanteamiento de la arquitectura informática (Software y hardware) e incluso reparaciones de daños a terceros en el caso de verse afectada el suministro a clientes de empresas proveedoras de bienes o servicios.
Aproximadamente el 21% de los afectados invierte en soluciones de seguridad tras un ataque y hasta un 18% sustituye uno o más dispositivos que han sufrido daños físicos irreparables.
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