Detenido por incitar a un menor a través de Whatsapp a abandonar su domicilio
Agentes de la Policía Nacional detuvieron la semana pasada en la localidad malagueña de Vélez a un hombre de 36 años que acusan de inducir presuntamente a un menor de 13 años a que abandonase su domicilio. El acusado contactó con el menor, residente en Toledo, a través del servicio de mensajería instantánea Whatsapp. Según fuentes de la investigación, también le pidió que le enviase fotografías en las que saliera desnudo y le facilitó enlaces de webs de contenido sadomasoquista.
El hombre está acusado de los supuestos delitos de inducción al abandono de domicilio, exhibicionismo y provocación sexual. Según han informado fuentes de la Policía Nacional, el detenido enviaba al menor mensajes en los que «manifestaba su intención de viajar hasta su lugar de residencia para recogerlo y trasladarse ambos hasta Málaga», donde «tendrían una vida inmejorable».
La investigación en torno a este caso comenzó en el mes de mayo, cuando una dotación de la Policía Nacional localizó a un chico de 13 años a altas horas de la madrugada caminando solo por la calle con una mochila al hombro. Al ser requerido por los agentes manifestó su intención de marcharse de casa. El menor fue entregado a sus padres que presentaron con posterioridad una denuncia, alegando que su hijo estaba siendo víctima de “grooming” por parte de un individuo mayor de edad.
Las investigaciones condujeron hasta un individuo que residía en Vélez, Málaga y que había contactado por primera vez con la víctima en noviembre de 2012, manteniendo conversaciones diarias con el menor hasta la fecha, con el objetivo de que le facilitara fotografías personales de contenido sexual y mantener encuentros en un futuro.
El “grooming” es una modalidad de acoso a menores en internet por parte de adultos que tratan de ganarse su confianza y amistad para conseguir algún tipo de satisfacción sexual mediante la obtención de fotografías y vídeos de contenido erótico.
Para evitar que nuestros hijos sean víctimas de estas prácticas, debemos adoptar una serie de medidas que garanticen la seguridad de los menores de edad. Colocar el ordenador en una zona común del domicilio, para así supervisar el uso que los menores hacen de su tiempo de ocio en la red, puede evitar que visiten webs poco recomendables. Una de las mejores armas en este caso es la prevención. Concienciar a los niños de los riesgos que entraña la navegación por internet o el uso de las nuevas tecnologías les ayudará a darles el mejor uso y evitar ser un blanco fácil para este tipo de delincuentes.
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