Absuelven a dos personas de un delito de estafa de «mula bancaria»
Una mujer y un hombre han sido absueltos de un delito de estafa que les condenaba a dos años y medio de reclusión por un delito de blanqueo de capitales.
La absolución se lleva a cabo después de que la resolución judicial considerara que no tenían conciencia del delito que estaban cometiendo, ya que durante la vista no acreditaron tener los suficientes conocimientos informáticos ni conocimientos sobre operaciones bancarias o transacciones.
Los hechos tuvieron lugar en el año 2010, cuando unos delincuentes informáticos remitieron a la acusada dos transferencias de dinero que había sido sustraído de una cuenta bancaria a través de una estafa informática. También realizaron una transferencia posterior a la cuenta del hombre.
Los acusados habían remitido sus datos personales creyendo que estaban facilitándolos para un contrato laboral, cuando en realidad estaban siendo utilizados para cometer una estafa.
Tras recibir el importe en sus cuentas, se quedaban con una comisión y la reenviaban a los ciberdelincuentes a través de una empresa de envío de dinero.
Estas estafas son frecuentes en internet, y consisten en que la víctima recibe una oferta de trabajo en la que deberá disponer de una cuenta bancaria donde ingresar una cantidad de dinero obtenida con métodos fraudulentos que debe retirar y enviar mediante una empresa de mensajería al extranjero, a cambio de una pequeña comisión.
La mujer, que estaba en situación de desempleo, acudió a una comisaría en cuanto sospechó que era una estafa, y el hombre declaró que en operaciones de intermediación la comisión normal es de un 7%, por lo que no sospechó.
En internet, podemos ser víctimas de engaños de este tipo que pueden provocarnos un perjuicio directo.
Portaley es un despacho de abogados especialista en delitos informáticos que ha resuelto de forma satisfactoria un gran número de casos de este tipo. En concreto, ha tenido que trabajar con falsas ofertas de trabajo, como en este caso, en el que los ciberdelincuentes utilizan a las víctimas como intermediarios del delito. Se les denomina “mulas bancarias” porque son intermediarios de un delito sin saberlo. Portaley ha sido testigo de muchos casos en los que las víctimas aceptaban un trabajo de intermediario en el que cobraban una comisión por enviar dinero robado al extranjero, aunque no tenían conocimiento de que fuese un delito. El despacho de abogados puede ayudarle si ha sido víctima de esta estafa y, como los protagonistas de esta historia, salga absuelto.
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