Los ciberdelitos más frecuentes: prostitución, pornografía infantil y estafas
Los delitos más frecuentes en Internet son los de prostitución, difusión de pornografía infantil y estafa, aunque les siguen de cerca los relacionados con el derecho al honor y la intimidad y el ciberacoso, muchos de ellos con menores de edad implicados.
Estas son las conclusiones que se extraen de un curso organizado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) que fue impartido por expertos en delitos telemáticos del Cuerpo Nacional de Policía.
En el curso se alerta de la proliferación de “malware” o software malicioso que detectan mensualmente los investigadores.
En torno a los menores, destacan la proliferación del “grooming”, que consiste en convencer a un menor para obtener un objetivo sexual o “sexting”, que consiste en el envío de contenidos eróticos digitalmente. El ciberbulling también es un delito telemático a tener en cuenta, y también ha sido analizado en este curso.
Otros delitos a tener en cuenta son los del pirateo de la televisión de pago, los delitos contra la propiedad intelectual y los derechos de autor, daños en sistemas informáticos o, aprovechando la situación económica actual, las falsas ofertas de trabajo que se lanzan de forma fraudulenta.
Lo fundamental de este curso es proteger a los usuarios de internet frente a estos delitos, haciendo una especial incidencia en los menores, que muchas veces son víctimas de estos actos por el desconocimiento o falta de conciencia sobre el peligro que entrañan.
El Sindicato Unificado de Policía apuesta por la formación en materia de seguridad en la red, y ya planean más cursos, en concreto uno para el mes que viene.
Es muy importante que los organismos públicos promuevan la prevención en la red, para evitar que estos casos de ciberdelitos sigan creciendo. Muchos usuarios desconocen los peligros de determinadas prácticas en la red y caen en fraudes o estafas que pueden afectarles muy seriamente.
La prevención es la mejor solución a un problema cibernético, y por eso debemos ir con pies de plomo a la hora de navegar por la red, para disfrutar de una forma segura de todas sus ventajas.
Desconfiar de emails de remitentes desconocidos, agregar a las redes sociales solo a gente que conozcamos y evitar compartir datos o contenido íntimo con terceras personas a través de internet son algunos de los consejos más frecuentes para navegar de forma segura.
Si nos encontramos algo sospechoso, lo mejor es que preguntemos o busquemos la ayuda de las autoridades para determinar si se trata de un fraude o una estafa.
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