Sentencia favorable a Nintendo por la venta de cartuchos no autorizados
Nintendo, la compañia de videojuegos, ha ganado su primera demanda en España contra la venta y distribución de cartuchos y tarjetas falsas para cargar en la consola Nintendo DS juegos y contenidos ajenos a los oficiales. La sentencia fue dictada el 28 de abril contra los responsables de las tiendas Chipspain. El Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona ha fallado contra “la importación, distribución, venta, publicidad y posesión con fines comerciales de cartuchos o tarjetas R4 y dispositivos similares”. La empresa demandada había ganado en 2011 un caso similar, por comercialización y venta de tarjetas y “chips” para consolas. La denuncia fue relativa a la venta de “modchips” para PlayStation y el programa Swap Magic 3, con los que se podía reproducir todo tipo de contenidos.
En esta nueva sentencia, los cinco demandados han reconocido haber “infringido los derechos patrimoniales y morales de propiedad intelectual mediante la promoción, publicitación, importación, distribución, venta, alquiler y posesión para la venta de dispositivos principalmente concebidos, producidos, adaptados o realizados con la finalidad de permitir o facilitar la elusión de las medidas tecnológicas de protección implementadas por Nintendo en sus consolas Nintendo DS y en sus cartuchos auténticos”.
La resolución del caso establece que los condenados tienen que cesar la venta de estos dispositivos para las consolas Nintendo DS y asumir de forma conjunta una indemnización de 22.669,78 euros y publicitar la sentencia en periódicos como El País, La Vanguardia, Hobby Consolas y la Revista Oficial de Nintendo, así como en su propia web durante dos meses.
En la nota distribuida por Nintendo, aparecen declaraciones de uno de los responsables de Chispain, que reconoce que “el uso de estos dispositivos es saltarse las medidas de seguridad desarrolladas por Nintendo para que nuestros clientes puedan jugar con copias pirata de videojuegos en las consolas Nintendo DS”. También reconoce que “la venta de estos dispositivos y el suministro de copias pirata de videojuegos causan un daño y un perjuicio, no solamente a multinacionales como Nintendo, sino también a muchos otros actores en la industria del videojuego”.
Rafael Martínez Moya-Angeler, subdirector general de Nintendo Ibérica, asegura que “la comercialización de dispositivos que vulneran las medidas de protección de videoconsolas y videojuegos ha llevado a la proliferación de las descargas ilegales de videojuegos en internet. Esta situación ha generado un daño económico irreparable”.
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