Las vulnerabilidades informáticas para 2015

Los riesgos y problemas del mundo de la seguridad son objeto de estudios constantes. Uno de los más recientes lo ha realizado Digiware una empresa de seguridad ubicada en Latinoamérica, que ha analizado cerca de 8.000 dispositivos de esta zona. Las tendencias de esta parte del mundo no suelen diferir mucho de las europeas por lo que es interesante valorar los resultados.

En este informe se recogen tendencias clave para 2015 dentro de la seguridad de la información. Así, se destaca que aunque las vulnerabilidades en Internet son de sobra conocidas, precisamente este conocimiento es el que ha provocado que la seguridad se haya ido configurando en torno a las mismas.

 
Lo primero que se destaca en este análisis son los fallos de seguridad que implica la nube. Atacar a este sistema de almacenaje de datos significa acceder a una gran cantidad de información a la vez, lo que, sin duda, supone una ventaja para los ciberdelincuentes. De hecho, ya se han dado casos recientes en fotografías de famosas actrices, cantantes, etc.

 
Las redes sociales profesionales empleadas para ataques dirigidos son también otro de los elementos destacados en este estudio. A los ciberatacantes les atraen estas acciones por el éxito de las mismas. Suelen obtener buenos resultados.

 
Los ciberdelincuentes también se están aprovechando de la “incultura informática” para recurrir a usuarios poco formados en materia de seguridad, proveedores, outsourcing, etc. Y esto es un punto más a su favor.

 
Al mismo tiempo, los smartphones siguen siendo dispositivos clave para aprovechar vulnerabilidades y especialmente para hacerse con datos de usuarios con el objetivo de realizar el robo de dinero en transacciones económicas. No hay que olvidar que los móviles se usan cada vez más para este tipo de delitos informáticos.

 
El llamado Internet de las cosas es también un riesgo, según este informe. Los aparatos inteligentes como los electrodomésticos con conexión a Internet, las Google Glass, las Smart TV… En estos casos la seguridad siempre corre peligro por la posibilidad de acceder a datos personales o bancarios.

 
En el ámbito industrial este tipo de conectividad, cada día más frecuente, es también un riesgo, sobre todo, cuando hablamos por ejemplo de gasoductos, tratamientos de aguas, oleoductos, etc.

 
El internet profundo o deep internet, del que cada día se habla más, es también un elemento peligroso para la seguridad, el descontrol en estos casos es mayor si cabe. Y, por último, se habla de la tecnología NFC, que se usa para intercambiar información uniendo dos dispositivos, y que en algunos sitios se está empleando para facilitar el pago en determinados sitios como restaurantes o centros comerciales. Todo esto entraña nuevos riesgo que no hay que obviar.