Usurpación de identidad: La importancia de proteger nuestra identidad en internet

La expansión en el uso de sistemas informáticos y, especialmente, de internet nos ha hecho la vida mucho más fácil aunque también nos ha traído nuevos riesgos: los ciberdelincuentes.

Todo individuo que quiera acceder a todo tipo de información personal incluyendo nombre, dirección, fecha de nacimiento, número de la seguridad social, información bancaria, números de tarjetas de crédito y demás para fines maliciosos, tiene un objetivo principal: las bases de datos almacenadas en internet, una auténtica mercancía de gran valor para los hackers los cuales no necesariamente utilizarán todo esa información para sí mismos, si no que pueden comercializar con ella, realizar todo tipo de fraudes como compras a nuestro nombre en la red, contratación de servicios e incluso mantenerla a buen recaudo para, más tarde, pedirte un rescate; imagina que han accedido a tu ordenador, conseguido todos tus datos personales, bancarios, etcétera y lo han inutilizado y, a cambio de devolverte el control, te piden un rescate. Es una práctica cada vez más habitual.

Todo ello se engloba, con mayor o menor acierto, en lo que se conoce como el robo de identidad que ya se ha convertido en uno de los delitos más comunes a lo largo y ancho del planeta.

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Los ciberdelincuentes se muestran cada vez más habilidosos para sustraer todo este tipo de información sensible. Puede que en ocasiones sólo tengan acceso a los números de tarjetas de crédito, pero los podrán utilizar para comprar artículos de manera fraudulenta.

Cuando disponen de toda la información, los delitos pueden ser realmente variados: apertura de nuevas cuentas bancarias a tu nombre pero que ellos manejan, traspaso de fondos entre cuentas bancarias para cometer fraude fiscal, etcétera. Todo ello puede poner en una situación realmente comprometida a la víctima dejándola sin acceso a su dinero e incluso sin poder solicitar un préstamo.

La sensación es que estos ladrones de identidad siempre andan un paso por delante de los últimos programas de seguridad de internet, siendo capaces en ocasiones de resolver los más complejos sistemas de cifrado, y no es de extrañar ya que la mayoría de programas actúan como reacción-solución a una amenaza ya existente. Aún así, el aumento de este tipo de delitos y el hecho de que afectan sobre todo a las bases de datos más importantes y voluminosas, ha hecho que la mayoría de las instituciones financieras cuenten con eficaces sistemas de protección de datos para sus clientes que actualizan y mejoran de forma constante.

Las amenazas son tan frecuentes que estas entidades financieras ya dedican parte de sus recursos a hacer anuncios y tomar medidas preventivas para sus clientes en el momento en que se enteran de que sus bases de datos se han visto comprometidas. También monitorean cuentas sospechosas o con transacciones sospechosas, etc.

Algunas instituciones también ofrecen protección gratuita contra el robo de identidad durante un determinado tiempo, algo así como un seguro de identidad para que, auien caiga en la trampa, sienta al menos cierta sensación de tranquilidad posterior.

Entre los beneficios que ofrecen estos «seguros de identidad» podemos citar el reembolso de los importes robados, el control mensual del crédito, mecanismos de protección contra malware mientras realizas tus compras en internet o en tiendas físicas, cobertura legal y mucho más.

En la actualidad, la protección contra el robo de identidad no resulta en modo alguno tan frívola como pudo parecerlo hace veinte años. Vivimos en la era de la información por lo que es sumamente importante proteger la información más valiosa que todos poseemos, nuestra identidad. Los ciberdelitos evolucionan al mismo ritmo vertiginoso que lo hace la tecnología y contar con medidas de protección contra el robo de identidad se ha convertido en algo tan importante como el seguro del coche y el seguro de la vivienda.